El 6 de agosto del 2018, la Secretaría de Energía (Sener) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el proyecto de norma oficial mexicana PROY-NOM-001-SEDE-2018 Instalaciones Eléctricas (utilización). Para actualizar el apartado de especificaciones, se tradujeron aspectos del National Electrical Code (NEC), con base en las ediciones 2014 y 2017 de la NFPA 70.
De acuerdo con Javier Oropeza Ángeles, perito en instalaciones eléctricas por el Colegio de Ingenieros Mecánicos y Electricistas A.C., como parte del proceso, tanto la Sener como el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Instalaciones Eléctricas (CCNNIE) recogieron los comentarios durante 60 días, luego, dichos comentarios sirvieron para hacer las adecuaciones correspondientes. El documento final se aprobó el 24 de diciembre del 2018; sin embargo, la norma NOM-001-SEDE-2018 no ha sido publicada ni ratificada desde esa fecha, lo que significa entonces que hasta este 2022, se sigue considerando en el sector la NOM-001-SEDE-2012.
Pero, ¿por qué es importante que se publique y ratifique esta norma en el DOF? Emeterio Mosso, director de Normalización para la industria Ligera de la Secretaría de Economía, señaló que es una obligación por parte del gobierno regular las actividades en el sector público y privado; además, es parte de un acuerdo internacional con la Organización Mundial del Comercio (OMC). En este acuerdo se disponen los procedimientos a utilizar para decidir si un producto está en conformidad con las normas nacionales de modo que se propicie un piso parejo para los sectores que trabajan dentro del país, es decir, una ventaja justa para las personas que conforman las unidades económicas.
Alejandro Llanesa, consultor de International Electrical Safety & Reliability Consultants (IESRC), expresó que los accidentes eléctricos son causantes del 25 % de las fatalidades ocasionadas en esta industrias en Latinoamérica; no obstante, esta cifra puede aumentar, dado que se confunden frecuentemente con caídas o resbalones por parte de los trabajadores.
Cambios más destacados en la NOM-001-SEDE-2018:
- Declara la necesidad de proteger la integridad y la vida de las personas que dan mantenimiento eléctrico capacitándolas en seguridad eléctrica
- Exige la colocación de etiquetas impresas que definan la corriente de cortocircuito y la fecha en que se realizó el estudio
- Manifiesta la metodología a llevarse a cabo por parte de las unidades de verificación de instalaciones eléctricas para evaluar a las organizaciones públicas y privadas solicitantes
La NOM-001-SEDE-2018 señaló que una vez que entrara en vigor y reemplazara la edición del 2012, respecto al diseño de instalaciones eléctricas, se volvería obligatorio el estudio de un cortocircuito, el cual deberá ser emitido por un ingeniero electricista calificado y con cédula profesional, quién, además, subraya Oropeza Ángeles, especificará la etiqueta correspondiente al valor de dicha corriente de cortocircuito y la fecha en que se realizó el estudio para colocarse en equipos de acometida, tableros eléctricos, centros de control de motores. Asimismo, la etiqueta deberá ser impresa y soportar las condiciones medioambientales.
La norma también pone énfasis en que aquellas personas que laboran en el área de Mantenimiento, por ejemplo, al intervenir los tableros eléctricos deberán entrenarse respecto a las medidas preventivas para reducir el riesgo de descargas de electricidad y arcos o eventos relámpago (Arc-Flash); también deberán contar con equipo resistente, ya que las quemaduras más severas pueden deberse a la misma ropa que portan (y que de no estar certificada para desempeñar esta labor puede derretirse).
Conforme al “Manual sobre prevención de accidentes”, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), los accidentes de trabajo que pueden ser fatales son al manejar un vehículo automotor; por golpes o aplastamientos de un objeto o por caídas o electrocuciones en la industria de la construcción y eléctrica. Asimismo, en el país ocurren 560 muertes al año a causa de electrocución, 31.4 % suceden en casa habitación, mientras que el 68.6 % en otros escenarios como el centro de trabajo.
En su presentación “Protección para instalaciones eléctricas en edificaciones”, el ingeniero mecánico electricista, Víctor La Torre declara que “el cuerpo humano al componerse en mayor parte de agua, es un buen conductor de electricidad. Cuando una persona sufre una descarga, la electricidad afectará sus órganos, su piel, sus vasos sanguíneos y nervios, entre otros. En el punto de entrada que puede ser la mano habrá quemaduras graves, que pueden llegar hasta el hueso, atravesará el cuerpo, hasta hallar el punto de salida como el pie donde habrá menos lesiones”.
De igual modo, a la norma aprobada hace más de tres años, advierte el ingeniero Oropeza, se añaden varios capítulos nuevos en los que se aplica tecnología innovadora; al mismo tiempo incluye en el Capítulo 11 el procedimiento de evaluación de la conformidad (PEC), que establece la metodología a utilizarse en las unidades de verificación de instalaciones eléctricas para que a través de éstas se evalúen las instalaciones eléctricas de las diferentes empresas o instituciones públicas y privadas en el país.
La norma no es una guía de diseño ni un manual de instrucciones para personas no calificadas, sino que establece los lineamientos de carácter técnico para que las instalaciones destinadas a la utilización de la energía eléctrica ofrezcan condiciones adecuadas de seguridad a las personas y propiedades al protegerlas de descargas eléctricas, efectos térmicos, sobrecorrientes, sobretensiones o corrientes de falla.