En la Ciudad de México, sólo 56 por ciento de la población recibe buen servicio de suministro de agua, mientras que una cuarta parte es atendida mediante tandeo semanal o diario, aseveró la doctora Delia Montero Contreras, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Del recurso, 70% proviene de fuentes internas, el resto de cuencas vecinas y, entre 1976 y 2018, la provisión cayó en 22 por ciento, además de que los proyectos son de corto plazo, acordes con el tiempo que dura cada gestión, lo que significa dejar de lado la continuidad necesaria para una buena dotación.
La carencia de agua se ha dado desde hace mucho, por lo que su análisis no debe abordarse desde la coyuntura actual, sino valorando el agravamiento de la situación por la escasez en la cuenca del Lerma, entre otras fuentes que no han tenido recarga pluvial.
En el II Foro virtual de la Red de Investigación en Agua de la UAM (RedAgUAM), La Sequía en México, la profesora del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa refirió que el problema “se remonta a hace dos décadas y se ha ido extendiendo, no sólo a la zona oriente sino a otras colonias y también tenemos hundimientos, huachicoleo y mala distribución”, todo lo cual ocasiona conflictos sociales.
«La crisis de abasto no ha generado cambios legislativos y, aun cuando no es la primera vez que se habla de ella, los tomadores de decisiones han desaprovechado las oportunidades de proponerlos en las normas de provisión y uso».
La crisis de abasto no ha generado cambios legislativos y, aun cuando no es la primera vez que se habla de ella, los tomadores de decisiones han desaprovechado las oportunidades de proponerlos en las normas de provisión y uso»
Dra. Delia Montero, académica de la UAM
A pesar de contar con iniciativas, no existen reglas precisas para enfrentar la sequía ni se han establecido lineamientos, sino sólo recomendaciones y los usuarios enfrentan esto comprando el producto embotellado o con la construcción de cisternas, entre otras soluciones.
La presión hidrostática de los tanques del Cerro de la Estrella y la planta potabilizadora de Xaltepec ha disminuido de manera considerable; los pozos no tienen mantenimiento, y se carece de un programa para el periodo de sequía, de medidores adecuados, de la regulación del empleo de las aguas superficiales, de inversión en el sector y de transparencia, por lo que son indispensables tecnologías para el monitoreo de las empresas, con el fin de sancionarlas por incumplimiento.
También debiera elaborarse una ley de uso sustentable de agua subterránea que contemple el recorte de volúmenes cuando sea obligatorio, y destinar más presupuesto al ramo, puntualizó en la ponencia «¿Sequía en la Ciudad de México?».
La doctora Fabiola Sosa Rodríguez, profesora del Departamento de Economía de la Unidad Azcapotzalco, señaló que en la gestión integral de los recursos hídricos se debe buscar un manejo coordinado de agua, suelo, bosque y biodiversidad, maximizando los beneficios de los ecosistemas, la población y las actividades económicas a niveles cuenca y subcuenca.
El modelo empleado por la investigadora considera el bien como escaso e indispensable, tanto para la vida como para los procesos productivos, así que el reto es relacionar la administración del territorio con el resto de los elementos.
La aplicación de una visión de cuencas está establecida en la legislación federal, pero en el Valle de México se atiende de manera parcial y lo mismo sucede con la disponibilidad del líquido y priorización de usos. Además, en la ley estatal no están incluidos los factores ambientales y territoriales, por lo que se requiere una revisión.
El análisis de la gestión en la Ciudad de México y los municipios conurbados sigue favoreciendo el punto de vista ofertista, sectorializado y centralizado que no abona para tener insumos flexibles y enfrentar las situaciones de emergencia ante la sequía»
Dra. Fabiola Sosa, profesora Departamento de Economía UAM
En la conferencia «Avances y retos de los consejos de cuenca para atender los principales problemas del agua», afirmó que el análisis de la gestión en la Ciudad de México y los municipios conurbados sigue favoreciendo el punto de vista «ofertista, sectorializado y centralizado que no abona para tener insumos flexibles y enfrentar las situaciones de emergencia ante la sequía».
A ello se suma que los consejos de cuenca se han convertido en procesos protocolarios y no de definición de prioridades ni existen mecanismos de ordenamiento, comunicación y colaboración entre los actores involucrados.
El doctor Jorge Zavala Hidalgo, coordinador general del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua, alertó que las temperaturas promedio de México en los últimos diez años se han incrementado en 1.7 grados Celsius y se observa una tendencia creciente.
Al 15 de mayo, 75 por ciento del territorio nacional sufría algún grado de sequía, mientras que en enero de 2020 la afectación era de 72 por ciento “y en algunas regiones pasamos a una sequía severa, lo cual es grave”, apuntó el especialista, al presentar el tema Variabilidad climática y sequía en México.