El incendio en el Puesto Central de Control 1 de la subestación eléctrica de Buen Tono del complejo Delicias, ubicada en la colonia Centro de la Ciudad de México, ocurrido el pasado 9 de enero a las 5:45 am, fue causado presuntamente por un cortocircuito en un transformador, el cual explotó provocando el derrame de aceite en otros transformadores que alimentaban las líneas 2 y 4 del STC Metro.
Una oficial de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) falleció al caer de un cuarto nivel mientras intentaba escapar del siniestro, hubo 30 personas rescatadas e intoxicadas, un bombero también intoxicado y otro lesionado. Se suspendió el servicio en 99 estaciones de las líneas 1 a la 6 del STC, afectando a cerca de 2.6 millones de usuarios que viajan a través de este medio durante esta época de pandemia.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil publicó un comunicado en el que informó que 250 personas de predios colindantes fueron evacuadas; asimismo, el incendio afectó el suministro eléctrico de 31 mil 599 usuarios de la alcaldía.
48 horas después, comenzaron a funcionar las líneas 4, 5 y 6 del STC, luego de haber realizado pruebas en las subestaciones que las energizan, revisiones en los sistemas de control y pilotaje automático, entre otras supervisiones.
Osvaldo de León Ortiz, gerente de la División Valle de México-Centro de la CFE, mencionó en la conferencia de prensa del 11 de enero que especialistas en materia eléctrica comenzaron a hacer un diagnóstico para que, en conjunto con personal del STC Metro, a la brevedad, se restablezca de energía eléctrica en las líneas 1, 2 y 3.
¿Qué causó el incendio?
Si bien se están realizando los peritajes pertinentes por parte de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, un tercero independiente y la aseguradora, trabajadores de la subestación de Buen Tono, revelaron que la falta de mantenimiento en los transformadores llevaba más de un año.
¿Cuál es la función de un transformador?
Regular la tensión de los sistemas de corriente y ofrecer estabilidad a la potencia y frecuencia de la energía que es transportada a través de las líneas de alta, media y baja tensión, además de aumentar o disminuir el voltaje que recibe dependiendo de las fases de distribución de energía eléctrica.
¿Qué tipo de transformador explotó?
El ingeniero y desarrollador de negocios de Hidrosistemas Baja, Cristóbal Ojeda Zamudio, señala que es posible que el transformador sea con baño de aceite, porque su núcleo ferromagnético se encuentra totalmente sumergido en un depósito de aceite que le permite operar con altos niveles de tensión, tiene una alta resistencia cuando se presenta una sobrecarga de manera continua, aunque no soportan las fluctuaciones de presión, por lo tanto al estar sumergidos, manifiestan una alta predisposición a explosiones e incendios, también pueden ser altamente inflamables debido a los aceites derivados del petróleo que utilizan como material aislante.
¿Por qué explotó?
Ojeda Zamudio expresa que al ocurrir un corto en el transformador se produce un arco eléctrico el cual puede generar temperaturas de 2 mil grados centígrados, vaporizando el aceite al instante de donde emanan burbujas de gases explosivos, como etileno (C2H4) metano (CH4) en el tanque, creando una presión dinámica en una fracción de segundo, lo que desarrolla ondas de presión estática. La estructura metálica de los transformadores sólo soporta entre 0.7 – 1.3 Bars de presión estática antes de explotar. Al suceder la explosión, en consecuencia, se genera una ruptura del tanque, se liberan los gases al ambiente, provocan irritación en piel y ojos, alteran el ecosistema y afectan la capa de ozono por el efecto invernadero.
¿Cómo evitar que esto suceda otra vez?
De acuerdo con la normatividad internacional, por ejemplo la NFPA, el concepto de riesgo se define como la probabilidad de ocurrencia de un siniestro por incendio, por otra parte, el peligro representa la consecuencia de dicho riesgo. En otras palabras, la probabilidad de que suceda un siniestro por fuego es permanente y, siempre tendrá una consecuencia, la cual se deberá minimizar, pues se traduce en dinero o, peor aún, en pérdida de vidas humanas.
El fuego es un proceso de oxidación de vapores de un material combustible o inflamable que genera energía en forma de calor y en ocasiones luz. Se identifica su inflamabilidad o combustibilidad según la temperatura a la que la materia desprende vapores que en consecuencia arden.
Las protecciones activas y pasivas, subraya el ingeniero Ojeda, como son los sistemas de diluvio o CO2 y muros cortafuego se complementan para proteger al transformador de incendios externos, aunque añade que las fallas en transformadores pueden deberse a problemas de aislamiento de sus devanados, dadas las concentraciones de esfuerzos eléctricos en puntos donde se ha degradado el material dieléctrico, lo cual representa el peligro de un cortocircuito.
Es vital tener dichas protecciones pasivas y activas en las subestaciones eléctricas, así como un mantenimiento preventivo y no sólo correctivo que contribuya con la disminución de pérdidas materiales, paros operativos y mobilidad y mortalidad entre los trabajadores e, incluso entre los usuarios del STC Metro.