La Guía de Buenas Prácticas para el Desarrollo de Proyectos de Protección Contra Incendios fue elaborada por miembros del Comité Técnico de la Asociación Nacional de Rociadores Automáticos Contra Incendio (ANRACI) en Colombia, en coordinación con el Grupo de revisión compuesto por siete ingenieros expertos, quienes la construyeron apta para toda Latinoamérica, debido a que toma como referencia 13 normas y tres códigos de la National Fire Protection Association (NFPA). 

Promovida a través de la Red Latinoamericana de Protección Contra Incendios y el International Fire Suppression Alliance, la Guía está dirigida a usuarios, propietarios, desarrolladores y responsables de proyectos que contemplen la implementación, actualización o expansión de sistemas contra incendio para la protección de sus instalaciones. 

Ivonne Sotelo, gerente del departamento de IPM de OSHO Ingeniería LDTA, y miembro de la coordinación de revisión de la Guía, declaró que los sistemas de protección contra incendio y seguridad humana deben estar planificados, diseñados y construidos de manera correcta, de acuerdo con su conformidad, bases de diseño y las normas aplicables, tanto locales como internacionales. 

 “Cuando se instala un sistema de protección contra incendio siempre se debe tener presente el motivo o razón de ser de dicha instalación, puesto que la ingeniería de protección contra incendio, tanto en la etapa de consultoría, como en el diseño y construcción, se basa en normas y códigos; por ejemplo, las Normas NFPA 1 Código de incendios, NFPA 3 Puesta en marcha de sistemas contra incendio y sistemas de seguridad de vida, NFPA 13 Instalación de sistemas de rociadores automáticos, NFPA 101, Código de seguridad humana, entre otros”, comentó. 

La Guía de Buenas Prácticas para el Desarrollo de Proyectos de Protección Contra Incendios toma como referencia 13 normas y tres códigos de la National Fire Protection Association (NFPA)

Respecto a la cadena de responsabilidad, la gerente expresó que incluye a dueños del proyecto, financiadores, aseguradoras –si se requiere–, consultores, interventores, diseñadores e instaladores, proveedores de sistemas o equipos de PCI, cuerpos de seguridad, emergencia o primeros respondientes (como bomberos), de los cuales es imprescindible conocer sus necesidades, alcances y requerimientos antes de arrancar un proyecto. 

De igual manera, para la adecuada coordinación tanto en la concepción del diseño como en la instalación de los sistemas contra incendio, siempre deben coordinarse con otras especialidades, como arquitectura, iluminación, redes de datos, redes hidráulicas, redes sanitarias, aire acondicionado, ascensores, extracción de humo, CCTV, sistemas de seguridad y todas aquellas partes necesarias para la operación del proyecto. 

“Por eso, se generan documentos de soporte de la ingeniería que validen las bases del diseño y den cumplimiento a los requerimientos normativos. Este se convierte en la hoja de ruta para la etapa de montaje”, mencionó la también  maestra en Seguridad Contra Incendios.

Etapas en el desarrollo de montaje de un proyecto 

Para dar inicio a un proyecto de montaje, se deben tener previamente desarrolladas las fases de ingeniería revisadas y aprobadas por la autoridad competente. “No se debe uno aventurar a construir un sistema de protección contra incendio sin tener como soporte una ingeniería que respalde la actividad a ejecutar”, declaró Daniel Dugarte, CEO de Tecses SAS, y miembro de la coordinación de ingenieros revisores de la Guía.

La Guía contempla como actividad inicial un análisis de lo diseñado, en el que se verifiquen los recorridos reales de tuberías e instalación de equipos. En esta etapa se verifican posibles cambios arquitectónicos, adecuaciones o nuevas rutas de otras especialidades que impacten el proyecto de red contra incendio. El propietario del proyecto y los entes interventores que apliquen deberán confirmar si se requieren cambios finales que impacten el listado de materiales, así como criterios técnicos que cambien el concepto del diseño, como, obstrucciones, rutas de tuberías, soportería prevista, etcétera.

En este sentido, Dugarte expresó que la adquisición de materiales puede ejecutarse en su totalidad o por fases, según lo definido en el cronograma de actividades requeridas para la etapa de construcción, así como a las necesidades de insumos que resulten de los planos de trabajo. 

a) Planificación de recursos. Se deberán planificar los recursos necesarios en cuanto a personal operativo entrenado, con experiencia y apto para las labores generales y específicas de la obra. De igual manera, contar con la totalidad de las herramientas y equipos necesarios para la instalación del sistema. Todo lo anterior, se definirá basado en cronograma de obra y las necesidades propias, según las características de esta. La planificación de los recursos deberá estar a cargo de la empresa designada para la instalación, la cual, tiene que comprobar su experiencia en la ejecución de proyectos similares. 

    b) Durante la construcción. Para una correcta instalación de una red contra incendio es necesario verificar el cumplimiento de los criterios y condiciones indicadas en la etapa de diseño. Esta fase inicia con la validación de la ingeniería básica y verificación o elaboración de la ingeniería detallada. 

      Una vez verificadas las condiciones y criterios del trabajo a seguir, es fundamental la revisión periódica de la instalación donde se corrobore la correcta instalación de los elementos diseñados y su funcionamiento conforme avance de obra. Dicha revisión puede estar acompañada de un verificador externo; y dentro de cada revisión se deben dejar los registros de seguimiento como soporte documental, los cuales serán la base para las pruebas finales de entrega de los sistemas contra incendio instalados. 

      Las actividades de pruebas periódicas y de entrega de los sistemas, deberán estar basadas en procedimientos acreditados bajo las normas o estándares aplicables, dejando los registros documentales que soporten las actividades realizadas, los resultados de las pruebas, y el estado de los sistemas en la entrega del proyecto.

      c) Planos de trabajo. “Utilizando los planos preliminares como punto de partida para el montaje, se validan según lo existente en obra a nivel estructural y arquitectónico, incluyen la diagramación de todo el sistema y permanecerán vigentes para obtener una óptima instalación de los sistemas contra incendio y soporte durante la obra de los cambios generados”, señaló el especialista. 

        Etapa de finalización y recepción 

        Una vez terminada la etapa de montaje, se procede a realizar la validación de la operación de los sistemas instalados, para este proceso se deben seguir los criterios descritos en las normas referentes a cada sistema como, por ejemplo, NFPA 13, 14, 20, 24, 72 y 3. 

        Hechas las verificaciones previas y cumplimientos de instalación, puntualizó Dugarte, “en la Guía invitamos a los responsables del proyecto a realizar las pruebas de aceptación por sistema. Todas las normas de instalación de redes de protección contra incendio cuentan con un capítulo específico de pruebas de aceptación. De acuerdo con estas normas y códigos, el contratista encargado de la instalación deberá llevar a cabo el alistamiento de los sistemas contra incendio a verificar, esto incluye la limpieza mecánica y alistamiento eléctrico de los equipos o sistemas a probar. Posteriormente, se deben garantizar los suministros de energía eléctrica y de agua para cada sistema según sea el caso”. 

        Una vez terminada la etapa de montaje, se procede a realizar la validación de la operación de los sistemas instalados, para este proceso se deben seguir los criterios descritos en las normas referentes a cada sistema como, por ejemplo, NFPA 13, 14, 20, 24, 72 y 3. 

        Dentro de las ya subrayadas pruebas de aceptación, se hacen recorridos de verificación con el fin de comprobar la instalación y acabados de cada uno de los componentes del sistema, según el diseño. De aquí surgen las no conformidades, que el instalador tendrá que corregir antes de realizar las pruebas. 

        Por otro lado, el arquitecto José Ignacio Henao, también miembro del grupo coordinador, compartió que “se debe entregar al cliente o dueño del proyecto una copia de la norma NFPA 25, Norma para la Inspección, Pruebas y Manutención de Sistemas Hidráulicos de Protección Contra Incendios, donde el contratista coloque una placa sobre el sistema diseñado (más toda la literatura e instrucciones proporcionadas por el fabricante) describiendo la operación y el mantenimiento adecuados de todo el equipo y los dispositivos instalados; por ejemplo, la ubicación del área o de las áreas de diseño, las densidades de descarga sobre el área de diseño, el flujo requerido y la demanda de presión residual en la base de la tubería vertical, entre otras”. 

        El contratista instalador debe proveer un letrero con la información general, utilizado para determinar las bases de diseño del sistema y la información relevante para los requisitos de inspección, prueba y mantenimiento de NFPA 25, ubicado en la estación de control (riser) de cada sistema. Por último, debe realizar el arranque de los equipos o sistemas verificando que operen correctamente y en coordinación con otras disciplinas o sistemas integrados.

        Registro documental 

         Una vez finalizada la etapa de pruebas y recepción del proyecto, mencionó Henao, “se debe dejar documentado la trazabilidad del proyecto. A partir de estas pruebas y documentos, el usuario final deberá aprobar y recibir los sistemas operando. En consecuencia, se debe entregar a los dueños del proyecto un manual que contenga un informe general del resultado del proyecto, planos As-Built; se debe dejar registro de los cálculos hidráulico o matemáticos de los sistemas finalmente instalados, fichas técnicas de elementos y equipos instalados para conocer los protocolos de inspección prueba y mantenimiento dados por el fabricante del equipo”. 

        El arquitecto agregó que son fundamentales las actas registradas durante la instalación de los sistemas referenciados en el manual, igualmente las actas de recepción de los sistemas y actas de cierre del proyecto; los formatos de registro pruebas de aceptación, procedimientos de prueba previamente aprobados por el director de proyecto o interventor; además de la listas de chequeo de equipos y sistemas que aplica para equipos mecánicos y eléctricos, como las pruebas de operación o activación, el certificados de calidad de los fabricantes o el registros de calidad de la compañía de acuerdo con el plan de calidad del proyecto. 

        Equipo de la ANRACI durante una interpretación de planos / ©ANRACI

        Por ciento que la NFPA 25, Inspección, prueba y mantenimiento de Sistemas de Protección contra Incendios a base de agua establece que el propietario debe conservar los planos de construido y las especificaciones técnicas para facilitar las actividades necesarias de inspección, prueba y mantenimiento, mantener disponible estos planos ayudará a validar modificaciones futuras al sistema de protección contra incendio. 

        “Puesto que toda la documentación que respalda la instalación debe estar preparada y respaldada por personal calificado o supervisado por este. Esta información debe conservarse durante la vida útil del sistema”, comentó. 

        Inspección, prueba y mantenimiento

        Una vez finalizadas todas las fases anteriores, se deben realizar de manera periódica la inspección, prueba y mantenimiento de los sistemas instalados. 

        El director ejecutivo de ANRACI Colombia, Hugo Torres Bahamón, puntualizó que “a razón de que estas actividades se basan en lo indicado en las normas NFPA 25 para sistemas hidráulicos, y NFPA 72 para sistemas de detección y alarma, en consecuencia a lo indicado por el fabricante de los dispositivos y equipos, NFPA 25 indica que el encargado de llevar a cabo los servicios de inspección de rutina no verifica el diseño. Se presume que el sistema ha sido adecuadamente diseñado e instalado de acuerdo con lo establecido en las normas que corresponden. Luego entonces, cumplir con los procedimientos de las pruebas de aceptación y con la documentación requerida en las normas NFPA de instalación es fundamental para el continuo y apropiado desempeño de los sistemas”.

        Bahamón concluyó que la continuidad del sistema deberá estar a cargo de personas o compañías acreditadas y con experiencia suficiente para desarrollar estas actividades sin restar responsabilidad a los propietarios de la instalación, quienes serán los encargados de promover el buen uso de los sistemas y garantizar el entrenamiento del personal de la planta para tal fin. 

        Para más información específica sobre la Guía de Buenas Prácticas para el Desarrollo de Proyectos de Protección Contra Incendios: visita: wwww.anraci.org