En 2024, la sequía ha afectado a 65% del territorio nacional, impactando severamente sectores vitales como la industria, la agricultura y la ganadería. 

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), esta crisis ha llevado a que más de 13 millones de personas enfrenten inseguridad alimentaria, especialmente en regiones como Sonora, Sinaloa y Durango, donde las pérdidas económicas se estiman en miles de millones de pesos. 

Este periodo atípico de sequía afectó la producción agrícola, con un descenso del 30% en los rendimientos de cultivos clave, lo que generó un aumento en los precios de los alimentos y puso en riesgo la subsistencia de muchas familias rurales.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha señalado que la escasez de agua afecta la producción de alimentos y, por ende, la seguridad alimentaria de millones de personas en América Latina.

En este contexto, la siembra de nubes se presenta como una solución innovadora y asequible para equilibrar el ambiente y estimularla para producir precipitaciones.

De acuerdo con Manuel Mustieles, fundador de RainMaker®, empresa ciento por ciento mexicana con nanotecnología aplicada para el sembrado de nubes en México y en el mundo, esta técnica tiene como objetivo aumentar las precipitaciones y mitigar los efectos de la sequía, lo que genera bienestar y tiene influencia directa en la vida de los seres humanos, desde la alimentación, la agricultura, los servicios sanitarios hasta actividades recreativas.

De acuerdo con Manuel Mustieles, fundador de RainMaker®, generar nubes de lluvia es una técnica que tiene como objetivo aumentar las precipitaciones y mitigar los efectos de la sequía, lo que genera bienestar y tiene influencia directa en la vida de los seres humanos

“Lo que hicimos en RainMaker® fue innovar en la forma en la que dispersamos el yoduro de plata en la atmósfera, tenemos una concentración alta de yoduro de plata; es decir, una mayor concentración con una mejor disponibilidad que nos da una gran ventaja, pues podemos dispersar mucha cantidad al ser de manera líquida. Tenemos muchos más puntos de cristalización por unidad aplicada, lo que genera una mayor dispersión en las nubes”, señaló Mustieles. 

Este método, señaló el especialista, ha sido utilizado con éxito en diversas partes del mundo, incluyendo Estados Unidos y China, donde ha demostrado ser efectivo para aumentar la disponibilidad de agua en regiones áridas, pero ha sido RainMaker® el que desarrolló esta solución líquida que permite una mayor dispersión y sobrevuelos para aplicarlo mucho más largos, lo que mejora los resultados.

En México, el programa de estimulación de lluvias ha comenzado a implementarse en áreas críticas, como el sistema Cutzamala, con el fin de recuperar la capacidad de almacenamiento de agua y apoyar a las comunidades afectadas.

En México, el programa de estimulación de lluvias ha comenzado a implementarse en áreas críticas, como el sistema Cutzamala, con el fin de recuperar la capacidad de almacenamiento de agua y apoyar a las comunidades afectadas.

La siembra de nubes no sólo representa una alternativa para enfrentar la sequía, sino que también puede contribuir a la recuperación económica de las comunidades rurales.

Al aumentar la disponibilidad de agua, se espera que los agricultores puedan recuperar sus cultivos y mejorar sus ingresos, lo que a su vez beneficiará a la economía local. Especialistas en meteorología y agricultura destacan que esta práctica puede ser un componente clave en la estrategia de adaptación al cambio climático, ayudando a las comunidades a ser más resilientes ante fenómenos climáticos extremos.

“Actualmente, hemos vivido un periodo prolongado de sequía, en diferentes niveles, que ha durado unos 10 años; pero también en las ciudades hemos crecido en número de habitantes, que demandan cada vez más abasto de agua. Por ello, no es muy difícil hacer conciencia de que se necesita más líquido y, sobre todo, pensar en que debemos cuidar el agua que actualmente tenemos”, precisó Mustieles.

La siembra de nubes se posiciona como una herramienta valiosa en la lucha contra la sequía, ofreciendo una solución viable para aumentar las precipitaciones y apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad, por lo que es fundamental que se continúe investigando y promoviendo esta técnica, garantizando así un futuro más sostenible y próspero.

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