Certificado en la categoría LEED Platino, Casa Anáhuac es un ejemplo de lo que sucede en el norte del país, específicamente en Monterrey, con la edificación sustentable desde hace más de una década
Por Ángel Martínez / Imágenes, cortesía Three Consultoría Medioambiental
¿Qué está pasando en Monterrey?, le pregunto a la directora General de Three Consultoría Medioambiental, Lourdes Salinas, casi al final de nuestra conversación sobre el proyecto Casa Anáhuac, ubicado en Monterrey, el cual es el primer proyecto LEED for Homes Platino en América Latina.
Definitivamente la transformación sostenible de la ciudad está en marcha. Desde el 2014, el gobierno estatal adoptó el Plan de Desarrollo Urbano del Municipio de Monterrey 2013-2025, que tiene entre otras metas, inhibir el crecimiento de las manchas urbanas hacia zonas inadecuadas, construir ciudades compactas, adecuar nomas e impulsar acciones de renovación urbana, ampliar y mejorar de la vivienda del parque habitacional existente, y promover la igualdad de vida de los residentes, así como promover tecnologías de bajo impacto ambiental.
“Admiro la mentalidad del empresario de Nuevo León, hay un liderazgo bien intencionado, que quiere hacer más para todos. Esto se percibe desde la forma en la que se hacen negocios en Monterrey. La gran mayoría de empresarios son personas preocupadas por los demás, por el planeta y por hacer comunidad: están orgullosos de su ciudad. Este compromiso para con la sociedad, se vive en el ambiente y está alineado a la transformación sostenible de la ciudad”, comenta.
Puede ser que este movimiento renovador en la edificación haya iniciado un poco antes, puntualmente en 2010, cuando Monterrey tuvo su primer edificio con certificación LEED; o mucho antes todavía, hacia finales de la década de 1990, cuando diversas empresas nacionales e internacionales vieron en la edificación sostenible una posibilidad de impactar positivamente a la ciudad y sus habitantes.
Tan sólo seis años después de aquella primera certificación, en 2016, relata el U.S. Green Building Council (USGBC) en el artículo “El movimiento sustentable en Monterrey”, Nuevo León contaba ya con 23 edificios con algún tipo de certificación otorgada por este organismo, además de que había 73 más registrados. En la actualidad, México cuenta con más de 530 proyectos certificados LEED, y desde el 2019 entró en el top 10 de países con más metros cuadrados certificados por el U.S. Green Building Counsul.
Monterrey es la primer ciudad con dos proyectos LEED Platino utilizando la herramienta Homes (para casa unifamiliares), mismas que también han demostrado 12 meses de operación, produciendo la misma o más energía en sitio que la que consumen (LEED Zero Energy).
En el caso del proyecto Casa Anáhuac, en enero de 2022 logró obtener la categoría LEED Zero Energy, lo que significa que la casa balanceó su consumo de energía durante el primer año de operación, reduciendo el consumo energético con sistemas eficientes, lo cual la hace el primer proyecto unifamiliar con esta herramienta de certificación en México, y la primera casa unifamiliar a nivel global. “Estamos muy orgullosos”, reconoce Erika García, Consultora Medioambiental Senior en Three.
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Que Casa Anáhuac haya alcanzado 113 puntos y con ello el más alto nivel de certificación es un reflejo del compromiso por parte del cliente, de las especialidades involucradas y del equipo de consultores, quienes se aseguraron de incluir todas las estrategias sostenibles aplicables al proyecto, desde su diseño hasta su operación, permitiendo alcanzar la neutralidad de energía ya mencionado, y el nivel LEED Platino LEED For Homes. Resultado de una visión clara por parte del cliente y su compromiso ambiental.
“El cliente había tenido experiencia trabajando con proyectos LEED, y buscó tomar el proyecto de su casa como una forma de poner en números reales el impacto positivo que se puede generar, y demostrarlo. Buscó en todo momento una mejora continua y todos aprendimos en el proceso”, expone la arquitecta García; mientras la Directora General complementa: “Adicionalmente, el cliente requirió que los contratistas, albañiles y todos los involucrados, aprendieran de sostenibilidad y comprendieran por qué se tomaron ciertas decisiones, promoviendo también que en sus próximas construcciones, estas buenas prácticas se conviertan en los requerimientos mínimos”.
En este sentido Daniel Ugartechea, representante de Transforma, empresa que estuvo a cargo de la ejecución de Casa Anáhuac, es breve pero claro en sus respuestas. ¿Se concibió el proyecto desde el inicio con miras a la certificación LEED? Sí. ¿Se sacrificó el diseño por favorecer la sustentabilidad? En absoluto. ¿Por qué elegir a Three Consultoría como compañero de viaje? El equipo de Three es muy dinámico, siempre estuvo buscando nuevos retos; además, su entusiasmo y empeño hizo que cada etapa hasta llegar a la meta, fluyera de manera muy natural.
Tras tres años del proyecto, que empezó con una demolición separando cada material para su posterior reúso o reciclaje, Casa Anáhuac está en la historia profesional de Three Consultoría como un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se apuesta por los resultados operativos en términos económicos, pero principalmente enfocados al significado esencial de un hogar: el de procurar la salud y bienestar de quienes la habitan.
“Colaborar en proyectos con tanta claridad en sus objetivos es motivante, ya que el proceso inspira y se disfruta. Estamos convencidos de que éste es el futuro, y que el valor y beneficio no solamente es económico sino también social, pues incrementa la calidad de vida de los usuarios y funge como ejemplo e inspiración para otros proyectos”, aseguró la Directora General de Three Consultoría Medioambiental.
Colaborar en proyectos con tanta claridad en sus objetivos es motivante, ya que el proceso inspira y se disfruta . Estamos convencidos de que éste es el futuro, y que el valor y beneficio no solamente es económico sino también social”
Lourdes Salinas, Directora General de Three Consultoría Medioambiental
Una casa que produce más de lo que consume
La arquitecta Erika García aprovechó el confinamiento de la pandemia para tomar un curso online expedido por el USGBC y convertirse en la quinta Green Rater de México, estatus que la faculta para ser el tercero imparcial que verifica que las medidas planteadas en proyectos LEED Homes se realicen bajo los parámetros establecidos por el USGBC, y que se cumpla en la realidad lo que se propuso en papel.
Como Consultor Medioambiental Senior en Three, la arquitecta estuvo en Casa Anáhuac desde su inicio, liderando el proceso de Comisionamiento, que verifica desde el diseño hasta la puesta en marcha de todos los sistemas, revisado su operación de forma adecuada, alcanzando las eficiencias en consumo de energía y agua estimadas desde el diseño. “Uno de los retos más grandes fue aplicar los estándares internacionales a un proyecto residencial”, reconoce.
Para poder alcanzar la certificación Platino, Casa Anáhuac requirió la contratación de un Green Rater extranjero (pues en su momento no había muchas opciones locales), y la simulación por computadora del consumo de energía del proyecto, buscando analizar opciones para identificar oportunidades de ahorro. Una vez que el consumo operacional estimado se llevó al mínimo, se cuantificó con el mismo modelo el número y las características de los paneles solares necesarios para alcanzar el objetivo de producir de forma anual, el equivalente al consumo esperado.
Adicionalmente, se evaluó la instalación de una planta de agua residual que trataría toda el agua de lluvia captada a través de sus respectivos sistemas, con el fin de que esa agua se reutilice en sanitarios y riego; la instalación de iluminación eficiente; la instalación de un sistema de aire acondicionado eficiente y adecuado para las necesidades del proyecto (no sobredimensionado) y, se realizó un estudio de hermeticidad de la envolvente (muros, techos, ventanas), para asegurar que el proyecto no tuviera fugas desde y hacia el interior de la casa.
La arquitecta Erika García aprovechó el confinamiento de la pandemia para convertirse en la quinta Green Rater de México, estatus que la faculta para ser el tercero imparcial que verifica las medidas planteadas en proyectos LEED Homes
Todo esto se incluyó y explicó en un Manual de Uso para los dueños de la casa. “A diferencia de los edificios grandes, el USGBC puso énfasis en que se hiciera un Manual de Operación de Buenas Prácticas, para describir la operación óptima de los proyectos residenciales sostenibles. Este Manual es una guía de consulta que incluye la capacitación a los usuarios de los diferentes sistemas y equipos que se encuentran en el inmueble. Permite conocer para qué sirve cada cosa, conocer cuándo requieren mantenimientos preventivos y entender cuáles son los impactos y beneficios ambientales”, explica la arquitecta García.
En el tema energético, por ejemplo, resalta el trabajo para poder obtener el balance de lo que consumiría la casa contra lo que podría regresar a la red eléctrica: “siempre supimos que la casa iba a producir su propia energía. Con esto en mente, iniciamos los modelos preliminares con un factor de seguridad. Conforme se fueron definiendo los sistemas a instalar, y se aterrizó la factibilidad a los equipos que se encuentran en el mercado local y que cumplieran con el presupuesto, logramos características como iluminación 100 % LED, aire acondicionado eficiente y la inyección de aire de renovación. Con lo anterior, el resultado en la operación del día a día es un balance de 5 % más electricidad de la que consume”, extiende.
Referirse a todas estas adecuaciones, paneles solares, plantas de tratamientos de aguas, sistemas de filtración, harían imaginar en una casa futurista, pero nada más alejado de la realidad. Según se sincera la Directora General, otro de los retos fue poder combinar los requisitos de LEED For Homes en una casa tradicional. De este modo, Casa Anáhuac incorpora maderas, mármoles, un tejado de dos aguas, pero también sensores de CO2, un cuarto de sistemas de control, filtros MERV para brindar la seguridad de la Calidad de Aire Interior. Como dice la directora General: “la meta fue no necesariamente una casa futurista, sin embargo, sí que opere como una casa vanguardista”.
Casa Anáhuac cuenta con una planta de agua residual que tratará toda el agua de lluvia captada a través de sus respectivos sistemas, con el fin de que esa agua se reutilice en sanitarios y riego
“Es una casa cálida y confortable. Se le dio prioridad a la luz natural en todos los espacios; se aseguró el confort térmico y el control de humedad. Los paneles se integran al techo sin que estos sean perceptibles desde la fachada principal. Los muebles sanitarios también son también de muy alta eficiencia, sin dejar de ser estéticos”, refuerza.
Preguntamos también acerca de los costos. Ante la pregunta, la también LEED Fellow desde 2019 menciona que depende de la perspectiva en la que se comparen los costos. Para hacerlo más tangible, expone el caso del aire acondicionado que se instaló: “La primera vez que se calcularon las toneladas térmicas considerando los criterios de una casa convencional, el diseñador estimó 24 toneladas. A partir de la selección de estrategias eficientes como aislamiento, tamaño y orientación de ventanas, pruebas de hermeticidad, entre otros, se concluyó que solo era necesario instalar 2 equipos de 4 toneladas cada uno, esto para poder darle mantenimiento a los equipos sin afectar el confort en ningún momento”.
En términos de retorno de inversión, un proyecto con estas características suele permitir ahorros en el corto plazo, tanto en costo capital (como ahorrarse toneladas de aire acondicionado a instalar), como a través de ahorro operacionales. “El hecho de que se hayan tomado el tiempo necesario en el diseño para la selección de cada producto o sistema, dio como resultado un proyecto excepcional; donde lo más importante es que los usuarios de ese espacio encontraran el mayor nivel de confort, y de paz, al habitar un hogar que opera tal y como debe, sin que la tecnología esté visible y distraiga de la calidez de un hogar”, celebra Lourdes Salinas.
Un gran ejemplo de que la revolución verde continúa en Monterrey…