La integrante del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con sede en Morelia, Mayra Elena Gavito, aseguró que México enfrenta serios problemas climatológicos, geológicos, geomórficos, pedagógicos y ecológicos, que hacen que el territorio nacional esté propenso a vivir una desertificación.
En declaraciones hechas al diario La Jornada, con motivo del Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación y la Sequía, que se conmemoró el pasado 17 de junio, indicó que el Atlas Mundial de la Desentifiación, es un documento clave que expone cómo las zonas áridas del planeta han aumentado considerablemente de 1951 a 2010, e incluso prevé que para 2025 aproximadamente 1.8 mil millones de personas vivirán en regiones con grave carencia de agua.
“En el corto plazo, el panorama es crítico, a menos que tomemos en serio las políticas de conservación del suelo; de otra manera, es indudable que caminamos hacia una crisis en el país”, aseveró, y resaltó que “el problema es que no tenemos legalidad, hay mucha corrupción; entonces, aunque en la letra esté plasmada la idea de la conservación de suelo, en la práctica no la podemos implementar”.
En el corto plazo, el panorama es crítico, a menos que tomemos en serio las políticas de conservación del suelo; de otra manera, es indudable que caminamos hacia una crisis en el país. El problema es que no tenemos legalidad, hay mucha corrupción”
La noticia señala que en el país se pierden alrededor de 1.5 millones de hectáreas de superficie por degradación. En este sentido la investigadora de la UNAM acotó que esta cantidad de terreno se pierde por erosión o porque se echa a perder por el manejo de la agricultura, o bien por factores naturales, como por acción del viento, del agua, e incluso por la aplicación de químicos.
Informó, además, que el problema de la desertificación avanzará a zonas húmedas y semiáridas. “Por ejemplo, en Michoacán existe un problema severo de degradación y desertificación potencial por la expansión del cultivo de aguacate, de los factores que más contribuyen a la desertificación yaridización en el estado”, recalcó.
En el caso de Michoacán y de la dependencia que existe en el estado por la producción de aguacate, la investigadora ve que ello provocará una inevitable crisis hídrica en el estado. “Es un ejemplo del cambio de uso de suelo irregular: se siembra aguacate donde no debe hacerse y se expande por todas partes; no hay acciones compensatorias para evitar una crisis hídrica que produce la siembra de este producto y, además, vemos un conflicto entre sociedad y naturaleza, pues se busca el desarrollo económico, pero a un costo ambiental muy fuerte”, aseguró.
Gavito Pardo añadió que otro factor de aridificación del suelo es la ganadería para la producción de carne destinada al consumo humano: “Esta actividad se ha extendido a los trópicos seco y húmedo, y para obtener un kilo de carne se requieren miles de litros de agua”. Y finalizó recordando la crisis ambiental que vivimos es seria “y la sociedad debe hacer presión para que las políticas públicas se implementen y la regulación ambiental no se vea afectada por la corrupción”.