Ahora mismo, México ocupa el séptimo lugar entre los 10 países más visitados del mundo; sólo en 2023, el turismo aportó un 8.3% al PIB, con un ingreso superior a los 31 mil millones de dólares en visitas internacionales. En la misma posición, debido a su amplia infraestructura hotelera, nuestro país alberga 24 mil hoteles y cerca de 900 mil habitaciones. Según la Secretaría de Turismo, el año pasado hubo una ocupación promedio mayor al 60%. 

Sin embargo, como todas las industrias, enfrenta desafíos para mantener su rentabilidad, en particular, desde la sustentabilidad arquitectónica, medio ambiental, de salud y trabajo, es por eso que, a través de Gaya, empresa promotora de buenas prácticas que brinda capacitación en el sector de la construcción, se llevó a cabo la conferencia magistral: “El hotel del futuro, tendencias y predicciones”. 

La conferencia fue moderada por Alberto Laris, socio Fundador de Gaya; Francisco Madrid, director del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC), de la Universidad Anáhuac en Cancún, Quinta Roo; Nicolás Martínez, vicepresidente  de  ACOR para México, América Central y el Caribe, así como  Agustín Caso, director General de IDEA Asociados, quienes discurrieron acerca de la transformación de los modelos económicos en la hotelería y hospitalidad, a razón de la incorporación de las nuevas generaciones, el establecimiento de la consciencia pública sobre el valor de la sustentabilidad y la acelerada evolución de la tecnología y su uso. 

Para el arquitecto Caso, en los hoteles del futuro, la sostenibilidad radica en que los desarrolladores inmobiliarios contemplen el diseño pensando en el cliente. “El hotel no debe ser sólo un monumento grandilocuente, porque eso implicará que cada peso gastado pretenciosamente será cuesta arriba”. 

Asimismo continuó: “Los hoteles sostenibles optimizan el uso de los recursos medioambientales para reducir el impacto en el entorno, desde los materiales con el que es edificado, la optimización de la ganancia térmica, la huella de carbono, la gestión del agua y su huella hídrica, la calidad del aire, su circulación, la bioclimatización, hasta el manejo y la disposición de residuos”. 

La ONU estima que el turismo produce 5% de las emisiones de C02 a nivel mundial. Se prevé que para 2050 el consumo de energía será mayor a 154%, el consumo de agua rebasará el 152% de la demanda mundial y la disposición final de residuos sólidos aumentará a 251%, así que es una condición necesaria constituir una edificación inclusiva y sostenible a la par del crecimiento económico. 

El sector hotelero tiene que ser disruptivo los próximos seis años, atento para identificar cómo interpreta el cliente el mundo, para vaticinar acerca de las amenidades y servicios que le satisfacen mientras permanece

Por su parte, el directivo de la Universidad Anáhuac, Francisco Madrid, consideró que hay un creciente interés por parte del turista de sumergirse en la cultura del destino elegido. Mencionó que en el estudio Predicciones de Viaje para 2024, de Booking.com, el mundo de los viajes está listo para ser más sostenible, ya que el 53% de los viajeros buscan alojamientos que combinen confort con elementos sostenibles innovadores. 

“La gente quiere disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza en los interiores, y un 65% busca alojamientos con espacios verdes y plantas, al 60% le gustaría recibir premios a través de una app por tomar decisiones sostenibles. La autenticidad es clave: un 47% quiere conectar con la gente de destinos menos concurridos y el 44% se anima con sitios menos turísticos”, resaltó.

En este sentido, el socio ejecutivo de IDEA Arquitectos, Agustín Caso, añadió: “La hipersegmentación de un sitio permite que podamos acceder a los usos, a las costumbres locales mediante una historia experiencial, un rasgo ampliamente valorado por el cliente. Además, debemos recordar que la experiencia tiene todo que ver con la arquitectura, al diseñar espacios seguros, estéticos, funcionales, con tecnologías básicas, adaptables al cambio”.

El 50% de los viajeros planifica sus viajes en torno a platos o restaurantes concretos, y el 61% quiere conocer los orígenes de un plato emblemático del destino. 

Por su parte, Nicolás Martínez, vicepresidente de ACOR para México, América Central y el Caribe, empresa pública de origen francés presente en más de 95 países, definió la sustentabilidad por parte de ACOR a partir de los Acuerdo de París de las Naciones Unidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

“Nosotros alineamos desde 2022 una serie de estrategias en el uso de recursos energéticos, manejo de agua, de residuos sólidos, plásticos y transportación, entre otros, para lograr en 2030 una disminución de 46%, y ambicionamos para 2050, cero emisiones de carbono”, dijo.

“Para México –mencionó– establecimos conversaciones con las autoridades competentes para que, en aquellos sitios de difícil transportación donde opera ACOR, haya un amparo de su parte para generar vivienda social para los empleados de dicho complejo hotelero, de modo que ellos y ellas puedan llegar a su trabajo y a su casa fácilmente”.  

Francisco Madrid aseguró que se tiene proyectado un crecimiento de 11 mil cuartos anualmente, hasta 2030, en el sector hotelero en México, aunado al exitoso modelo de negocio de los sitios de estancia corta como AIRBNB. 

“El creciente auge por medio de plataformas de videos en redes sociales sobre visitas a sitios, ha hecho que las expectativas del turista aumenten, muchos visitantes esperan que los hoteles elegidos cuenten con espacios que sean instagramiables para compartir con sus seguidores”. 

Para los tres especialistas en el sector de la hospitalidad y la hotelería, 2030 se aproxima y si bien la viralización de sitios de interés no perderá fuerza, así como el turismo en masa tampoco, es vital seguir analizando datos acerca del comportamiento de los viajeros, sus intereses y conexiones.

“Hay que seguir puliendo el arte de especular, invertir en capacitar a personas que brinden un servicio de calidad, mejorarles sus condiciones de trabajo y seguridad, también inyectar un potente capital a la ciberseguridad de todos aquellos que conformamos este gran sector”, concluyó el investigador de la STARC.