Creamos, por un momento, que no fueron las circunstancias sanitarias, sino el devenir lógico de la tecnología y la intercomunicación global lo que motivó que cinco mujeres de diferentes países pudieran, sin tener que trasladarse a ningún sitio, exponer en el mismo espacio sus experiencias sobre una profesión en común: la arquitectura. 

Así visto, el foro virtual promovido por la empresa Graphisoft LATAM “Mujeres en la Arquitectura y la Construcción” distó de ser una charla de posiciones coyunturales en el discurso de género y equidad para concentrarse en la experiencia de vida de cada ponente, para que ésta sirviera, en cada caso, como fuente de motivación para generaciones presentes y futuras.

¿El papel de la mujer en la industria de la arquitectura y la construcción?

La arquitecta mexicana Josefina Rivas, Directora Asociada de Grupo Arquidecture, se siente afortunada de haber crecido en un ambiente familiar que anteponía la calidad humana. En este sentido, reconoce que en su entorno le inculcaron que la actitud para transitar en la vida es lo más importante.

Si bien, como toda mujer tuvo lidiar con la forma de encontrar el equilibro personal y profesional, sabe que en la actualidad se debe trabajar en fomentar equipos entre hombres y mujeres, a fin de repartir tareas y que se logren colaboraciones equitativas.

Con más de 20 años de experiencia, la arquitecta hizo un recuento de todo aquellos hitos que tuvieron que pasar para que en la actualidad, la incorporación de la mujer en la arquitectura sea algo natural: desde la primera arquitecta graduada de una universidad en Finlandia, no hace más de un siglo, hasta las dos más recientes ganadoras del Premio Pritzker, en 2020: Yvonne Farrell y Shelley McNamara. 

“Es común pensar que ha sido una lucha constante porque las mujeres tenemos que hacer las cosas el doble de bien para ser consideraras la mitad de buenas en un oficio. Hoy en día el camino se ha ido allanando por las mujeres que han luchado por conseguir espacios para nosotras dentro del mundo profesional, no sólo desde la arquitectura,” manifestó.

La arquitecta Martha Rubio nació en España por mero destino. De haberle dado a elegir, habría escogido Brasil, concretamente en Sao Pablo, lugar en el que de hecho reside actualmente.

Desde su formación universitaria, en la Universidad Politécnica de Madrid, tuvo la oportunidad de conocer a grandes precursoras de la equidad en la arquitectura. Desde el concepto del extrañamiento, se formó la ideología de que para estar en orden, el desarrollo profesional debía hacerse desde una perspectiva equilibrada y sin invisibilidad el esfuerzo de nadie, menos el de las mujeres. 

Actualmente, la arquitecta forma parte de SPOL Architects, firma de la que es socia otra gran arquitecta brasileña, Lina Bo Bardi. Ahí, con una estructura horizontal, Rubio reconoce con orgullo el que la mayoría de los puestos directivos lo ejerzan mujeres, aunque también sabe que el camino aún es largo: “sueño con que en el mundo no tengamos que hablar de estas diferencias, nos queda mucho camino que recorrer”, comentó en su primera intervención.

La arquitecta Ana Carolina habla desde Panamá, país al que le reconoce el esfuerzo porque sus mujeres tengan las mismas oportunidades laborales que los hombres, y que ha sabido distanciarse de los roles estereotipados para ellas. Hoy en día, celebra, lo mismo se puede tener una mujer topógrafa o electricista, que ejecutivas liderando proyectos de gran importancia.

Por otro lado, se sorprende de que Panamá sea un país que brinda a la arquitectura amplias posibilidades de crecimiento, con megaproyectos en puerta o desarrollándose, como la ampliación del Canal de Panamá o la construcción de un aeropuerto. Acciones que han hecho al país centroamericano un referente actual en la construcción de rascacielos. 

¿Cuál ha sido el diferenciador en su experiencia? La arquitecta Carolina considera que un punto importante, que no distingue género, es la capacidad de aprender y dominar las nuevas tecnologías. Incluso, su actual trabajo, llegó gracias a dominar la metodología BIM. En la actualidad, colabora con la firma Dynamic Panamá Builders.

Por ello, exhorta a las mujeres a mantenerse actualizadas y atreverse a dominar ésta y otras tecnologías, pues, en su opinión, “al final lo importante no es si eres hombre o mujer, sino qué tan preparado estás para aprovechar las oportunidades que se presentan todos los días”.

Perteneciente en la actualidad a la Universidad Veracruzana de México, la arquitecta Emilia Rodiles brinda dos cifras interesantes, que resaltan el propósito de la conferencia virtual: sólo el 8 % de las mujeres participan en el desarrollo de la obra, y sólo 30 % de mujeres participan actualmente en este gran mercado.

Con las demás conferencistas, coincide en que la mejor manera de adquirir presencia es a través de la preparación, aunque también reconoce que se trata de un tema generacional. En su experiencia, si bien trabajó con equipos de varones que no le significaron una gran diferencia, también entiende que fue parte de esa generación límite de transición ente lo anterior y lo nuevo.

“Nos ha tocado eliminar esta visión. Actualmente, las mujeres se preparan más en la vida profesional que los hombres, con el reto que implica y que tiene que ver con el hogar. Es todo un reto llevarlo a la palestra pública, sobre todo en el sector de la construcción, uno de los siete sectores más importantes del mundo”, consideró. 

La arquitecta Rodiles asegura que el reto de la mujer en la arquitectura moderna es trabajar arduo por crear nuevas visiones de mujeres que estén dispuestas a opinar de lo que sea necesario, pero, sobre todo, poniendo un mayor énfasis en la documentación de trabajo para que en un futuro cercano ya no sólo se trate de hablar de lo hecho, sino de lo que se hace. 

Desde Chile, la arquitecta Mónica Jarpa lidera el área de Arquitectura de Interior en una de las firmas más importantes del país del Cono Sur, ASL Arquitectos. “Al mirar hacia atrás, comenta, es interesante ver cómo ha cambiado la industria de la construcción en el país desde, por lo menos, mi generación”, reconoce. 

Sin duda, uno de los hitos que marcaron su carrera fue haber tenido la oportunidad de colaborar en la firma de la arquitecta Zaha Hadid, primera mujer en recibir el prestigiado galardón de arquitectura. Donde, al igual que en otros casos, se resaltaba más el valor profesional de las personas por encima del género de éstas. 

No osbstante, la realidad de Latinoamérica, o en todo caso la su natal Chile, tiene que ver más con quiénes son los que invierten en la construcción, en su mayoría, hombres, y es precisamente ahí donde le gustaría ver más participación femenina, resalta la arquitecta.

Como encargada del promover espacios adecuados a las nuevas generaciones, su lectura es interesante. Para la arquitecta Jarpa, el que haya menos espacios, el que se tengan que adaptar a las nuevas generaciones, lateralmente también le indica que hay un movimiento de equilibrio en las tareas. En consecuencia, su trabajo es proveer espacios donde todo sea más equitativo: “y, sin duda, hacia allá irá el camino”, resalta.