Antonio Hernández lleva tres años alquilando un espacio temporal a través de Airbnb Inc., y como parte de las amenidades que ofrece está el estacionamiento gratuito, TV, cámaras de seguridad en la propiedad y Wifi, pero no posee extintores contra incendio, detectores de carbono o de monóxido de humo. Sólo tiene trazada la ruta de evacuación en caso de sismo o incendio, así como la señalética correspondiente. 

“Mi departamento está en un tercer nivel, siempre me aseguro de que el huésped lo sepa incluso antes de alquilar. Jamás en estos tres años que llevo alquilando me han preguntado si el espacio tiene algún tipo de protección contra incendio; me preguntan sobre la seguridad alrededor del edificio o por lugares donde comer rico, pero no por eso”, relata. 

Asimismo, explica que él ha desarrollado un croquis con salidas de emergencia, así como sobre rutas de evacuación en caso de sismo o incendio, porque es lo mínimo necesario que puede ofrecer a sus huéspedes. Y cuando les da la bienvenida hace un recorrido con ellos para que las identifiquen.

Con la llegada de Airbnb a la Ciudad de México en 2016, se triplicó la oferta, convirtiéndose en la ciudad de más rápido crecimiento de la compañía originaria de San Francisco, California, en Estados Unidos. Con base en información proporcionada por la empresa, se sabe que en el país hay 52 mil 500 socios activos, de los cuales 8 mil 700 se localizan en la Ciudad de México.

Sin embargo, después de que cadenas hoteleras como Marriott le exigieran, a través de las autoridades, que sigan las mismas reglas que los hoteles, no sólo en cuestión de impuestos por alojamiento, sino incluso en medidas de seguridad, Airbnb quiso alcanzar acuerdos fiscales con más de 500 ciudades en todo el mundo para evitar conflictos legales. Por eso acordó con el gobierno mexicano transferir el impuesto de alquiler del 3 %, igual al que pagan los hoteles.

¿Pero, qué hay de la seguridad contra incendio en cada una de las propiedades de alquiler temporal que se ofertan en el país? La Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (CANAME) señala que cada año hay más de 10 mil incendios en inmuebles, de los cuales 53 % se da en casa habitación. Y aunque en el país no hay una regulación específica sobre seguridad contra incendios para este sector, la normativa vigente alude al sentido común de los propietarios para que protejan “si quieren” sus inmuebles.

La CANAME señala que cada año hay más de 10 mil incendios en inmuebles, de los cuales 53 % se da en casa habitación

Sobre regular en seguridad contra incendios estos espacios de alquiler, Antonio advierte que la inspección al respecto dejaría mucho qué desear, pues, con o sin Airbnb, la propiedad es suya. 

“Abrirla a un grupo de personas de protección civil o de bomberos me parece inseguro, ¿qué van a venir a revisar, que tenga extintores, alarmas?, ¿de cuáles? ,¿y si no las tengo, qué pasaría?, ¿y si las tengo, y aun así ocurre un incendio, ellos van a responder con rapidez? ¿A mí qué me garantizan las autoridades? Creo que ellos no poseen los conocimientos para realizar este trabajo, y se presta a la corrupción, sobre todo si no son supervisados también.”, justifica. 

Por su parte, Lisa Braxton, especialista en educación pública en NFPA, manifiesta que debe entenderse que la seguridad es primordial, por lo que tanto la compañía Airbnb, como anfitriones y huéspedes, tendrían que sensibilizarse sobre las medidas de seguridad con las que cuenta el lugar al que se va o se ha contratado. 

Del mismo modo, el bombero Chris Towski, miembro del personal de prevención de incendios en el Departamento de Bomberos del condado de Cambridge, Massachusetts, señala que “los huéspedes no se toman el tiempo para tomar nota de las medidas de seguridad. Si hubiera una fiesta, la cual podría tener una carga de ocupantes mayor a la habitual, quizá no habría nadie que conociera a profundidad el funcionamiento del departamento y sus espacios para indicar a los asistentes las rutas de evacuación”. 

A falta de una normativa clara y específica, los funcionarios de la seguridad exhortan a los futuros huéspedes a que sean ellos quienes pregunten y promuevan la seguridad al momento de seleccionar una ocupación de alquiler temporal. Pues si bien las experiencias Airbnb superan hasta 10 veces las vividas en un hotel, según destaca el estudio de la BF Business School “Lo que buscan los viajeros que rentan en Airbnb”, están en vilo varias reglamentaciones para evitar o mitigar un incendio.